La luna de miel es el broche de oro de cualquier boda. Después de meses intensos de preparativos, decisiones y nervios, toca descansar, disfrutar de todo lo vivido y empezar de verdad la aventura de ser un matrimonio.

Casarse significa manifestar públicamente tu compromiso con la persona con la que quieres compartir tu vida y celebrarlo con aquellos que más quieres. Para muchos es una de las aventuras más emocionantes de tu vida. Y qué mejor forma de empezarla que disfrutando de tu viaje de novios.

El origen de todo

La verdad es que no está muy claro el origen, ni del término luna de miel (que parece ser que hace referencia a que en las culturas antiguas el tiempo se medía según los ciclos lunares y la miel era considerada un alimento afrodisíaco y relacionado con la fertilidad), ni del concepto de viaje de novios. Este último podría remontarse a una tradición de la alta burguesía británica en la que los novios, una vez casados, se desplazaban a visitar a los familiares que no habían podido asistir a la boda y era la primera vez que viajaban juntos.

Sea como sea, hoy día el viaje de novios es una tradición que nos encanta, y que ha evolucionado hasta convertirse en lo que conocemos, un gran viaje para celebrar el inicio de una nueva etapa como pareja.

Destinos para viajes de novios hay tantos como parejas, y todo depende de los gustos, aficiones o intereses de los dos, ya sean comunes o distintos.

Un solo destino

Algunas parejas tienen muy claro cómo quieren que sea su viaje de novios, y optan por destinos paradisíacos y exóticos, como las playas de República Dominicana o las de Bali donde además tienen unos paisajes impresionantes.

Otras son más partidarias de hacer viajes culturales, donde además de disfrutar de los paisajes de foto pueden saborear también la cultura y gastronomía de esos lugares, como las islas griegas de Mykonos y Santorini o un recorrido por la Toscana en Italia.

También hay recién casados que prefieren conocer nuevas culturas y sumergirse de lleno en ellas, con una ruta por una de las regiones más fascinantes de la India, el Rajasthan visitando Delhi y Jaipur, disfrutando de un recorrido por las principales ciudades de Japón, como Kioto, Osaka y Tokio, descubriendo las raíces los aborígenes australianos en Ayers Rock o Hamilton island o viendo el lado más salvaje de la naturaleza de safari en Kenia.

Hay algunos que buscan disfrutar de la ciudad y la playa en un mismo lugar, y para esos Cuba es el destino perfecto, conociendo La Habana, Trinidad y descansando en las playas de Cayo Santa María.

Destinos combinados

Para los recién casados que no se ponen de acuerdo en si ciudad o playa, cultura o relax, hay también otro tipo de viajes que cada vez están más de moda, y son aquellos que te permiten elegir dos destinos combinados, que en un principio no tienen nada en común, pero que se complementan entre ellos, como si de una pareja se tratase.

Nueva York, es el punto de partida de algunos de estos viajes combinados en los que el tiempo se divide entre la vorágine de una de las ciudades más bulliciosas, animadas y llenas de vida del mundo y la calma, tranquilidad y desconexión de la Riviera Maya o la Polinesia, donde todo parece ir a otro ritmo.

Otra combinación sorprendente, pero que siempre funciona, es Egipto, la cuna de la civilización occidental, con sus famosas pirámides, templos y grandes construcciones con Seychelles, un paraíso de playas impresionantes y bosques tropicales.

Como ves hay tantos viajes de novios como parejas, porque aunque los destinos sean los mismos, cada viaje es distinto, porque sois vosotros quienes lo hacéis especial.